Nadia Nadim, escapar del poder Talibán y convertirse en pionera del fútbol
Después de huir de su nativo Afganistán, Nadim encontró una nueva vida en Dinamarca, donde pude disfrutar de lo que más le gusta: el fútbol
Después de huir de su nativo Afganistán, Nadim encontró una nueva vida en Dinamarca, donde es aceptado para mujeres jugar al fútbol en público. Ahora espera devolver a Dinamarca todo y recrear la famosa Euro 1992.
A Nadia Nadim le introdujo al fútbol su padre, que llevó a casa un balón cuando era niña. El resto de su historia, sin embargo, es única, una historia de tragedia y triunfo.
Nadim jugará para Dinamarca la semifinal ante Austria de la Eurocopa 2017, tras haber eliminado a la campeona y principal favorita Alemania en Rotterdam. Cuajó un gran partido, ayudando en ataque al desahogo de la gran estrella danesa Pernille Harder.
Dinamarca es el país adoptado por Nadim. La primera de cinco hermanas nació y creció en Afganistán, donde su padre, Rabani, era general en el ejército afgano. Cuando tenía 10 años, los talibanes, que controlaban el país, convocaron a su padre a una reunión éste nunca volvió. Pasaron seis meses antes de que su madre, Hamida, descubriera que había sido llevado al desierto y ejecutado.
La vida en Afganistán hacía imposible vivir a las cinco hermanas y su madre, sin un cabeza de familia. No pudieron ir a la escuela, y su madre no tenía trabajo. Nadim jugaba en el jardín de su casa porque jugar en público estaba prohibido.
Llegaron a Italia, a través de Pakistán y con pasaportes falsos, pagados con todos los ahorros que tenía la familia. Una vez en Italia viajaron a Londres, donde la familia de su madre vivía, pero nunca llegaron. El camionero que les transportaba les dejó tirados en una zona desconocida, en Dinamarca. No llegarían a Londres, pero Nadim por fin pudo jugar al fútbol en el campamento de refugiados donde fueron acogidas. Empezó a entrenar y su madre, pluriempleada, pagaba los billetes de autobús para ir a verla.
Cuando consiguió la nacionalidad, la selección llamó a su puerta y ahora defiende los colores de su nación adoptiva. Su carrera médica puede interponerse en la futbolística. Nadim estudia medicina y este puede ser su último campeonato de Europa. Como jugadora en Portland, se convirtió en la primera jugadora danesa en la que Nike puso sus ataduras y mucha gente se ha interesado por su historia.