La RFEF aumenta el precio de las multas por las amonestaciones
Según informa David Menayo, la RFEF ha aumentado de 9 a 350 euros las multas por ser expulsadas, y de 4 a 180 por ver cartulinas amarillas.
La Liga F vuelve a estar en el centro de la actualidad. Tras resolverse el parón arbitral y arrancar la temporada, la primera Liga profesional de la historia de España de nuevo reside en el ojo del huracán. ¿Cuál es el motivo? El aumento de las multas por parte de la RFEF por las amonestaciones que se produzcan en los encuentros del torneo.
El ente federativo ha tomado la decisión de igualar en este aspecto a la Liga femenina con la Liga masculina. Esto es, según informa David Menayo, que la cuantía económica que se tenga que pagar si una jugadora es expulsada pasa de 9 a 350 euros, mientras que por ser amonestada con una amarilla pasa de a 180. Una decisión que ha sorprendido a los clubes, de acuerdo con esta información.
En este caso, el organismo con sede en Las Rozas ha aplicado el artículo 52 de su Código Disciplinario, que, en su tercer punto, actualizado para la temporada en curso, tiene contemplada esta situación que ha llamado tanto la atención.
“En las competiciones de carácter profesional, la sanción de amonestación de directivos, futbolistas, entrenadores y auxiliares, llevará consigo, para el club de que se trate, multa accesoria en cuantía de 180 euros cuando se trate equipos adscritos a Primera División, y de 90 euros cuando se trate de equipos adscritos a Segunda División. La sanción de suspensión conllevará multa por importe de 350 euros, cuando se trate equipos adscritos a Primera División, y de 200 euros cuando se trate de equipos adscritos a Segunda División, por cada partido o mes que abarque”, explica este punto.
Esta igualdad se puede ver con lo que se podría haber cobrado la pasada temporada. En los 240 partidos que se disputaron, tal y como destaca David Menayo, se vieron 721 amarillas y 26 rojas, por lo que el montante, tal y como estructura la RFEF actualmente, podría haber superado los 138.000 euros.
En este caso, uno de los colectivos más afectados por esta situación es el de las jugadoras, ya que tendrían que abonar una multa por las amonestaciones recibidas, siendo el máximo de 600 euros, tal y como se ha señalado en la información reflejada en el diario MARCA. Esta es otra de las cuestiones que tiene reflejada el Código Disciplinario en su artículo 52, más concretamente en su cuarto punto.
“Tratándose de jugadores, entrenadores o auxiliares profesionales, se les impondrá, con independencia de la sanción pecuniaria que corresponda al club a tenor de lo que prevé el apartado anterior, una multa equivalente a sus retribuciones, por todos los conceptos, correspondientes al período de inactividad, computándose, a tal efecto, cada partido de suspensión como una semana”, expresa.
Además, la RFEF ha reflejado que “cuando se trate de categorías de la Liga Nacional de Fútbol Aficionado y del fútbol femenino, la sanción de amonestación de directivos, futbolistas, entrenadores y auxiliares, llevará consigo, para el club de que se trate, multa accesoria en cuantía de 4 euros y la sanción de suspensión conllevará multa por importe de 9 euros, por cada partido o mes que abarque”.
De esta forma, tal y como refleja la actual normativa, Diana Gomes, futbolista del Sevilla que fue expulsada ante el Atlético de Madrid, tendrá una cara sanción. Además de perderse un encuentro de la competición, tendrá que pagar 600 euros de multa (el máximo), lo cual extraña, teniendo en cuenta que el salario mínimo anual de las futbolistas es de 16.000 euros, lo que supone un gran recorte.