David Aznar se tambalea
El Real Madrid no ha empezado con buen pie la Primera Iberdrola y, al borde del descenso, aún no conoce la victoria. Las bajas, la fragilidad defensiva y el poco gol están pasando factura al equipo y David Aznar no termina de dar con la tecla...
La euforia de Champions del Real Madrid se tropieza con la realidad de la Primera Iberdrola. El conjunto blanco ha empezado el curso muy mal y le salva la buena imagen que dio en la competición continental. La victoria en Manchester, el buen partido en el Di Stefano y el pase a la fase de grupos está siendo diluido por un pésimo inicio liguero en el que las madridistas no conocen la victoria y suman un sólo punto gracias al salvador gol de Esther en los últimos minutos ante el Granadilla.
La derrota ante el Levante en la primera jornada, a pesar de lo abultado del resultado (4-0) fue entendible por venir de un esfuerzo titánico en Champions (aunque las granotas también venían de jugar ante el Olympique de Lyon) y porque las blancas podían tener la cabeza ya en el partido de vuelta de la Champions. El pase en la competición continental le restó importancia a la segunda derrota del curso ante el Atlético (0-2), otro rival directo que pasó por encima del conjunto blanco. Sin embargo, la mala imagen en Tenerife y el empate in extremis ante el Granadilla han hecho encender las alarmas...
David Aznar se tambalea. El Real Madrid ha hecho un proyecto para luchar por todo y, aunque el primer objetivo de la temporada se ha conseguido, los malos resultados en liga están pasando factura. Quedan menos de diez días para el debut en la fase de grupos de la Champions y el técnico no da con la tecla. Muchas bajas, un equipo muy frágil defensivamente a pesar de los refuerzos y sin gol, aunque ha fichado dos nueves nacionales con mucho talento. Algo no funciona y el preparador no encuentra como solventar los problemas del equipo.
Muchas bajas
Cierto es que las ausencias están lastrando al equipo pero, como todo, tiene que haber una razón. Jugadoras importantes como Peter, Teresa, Maite Oroz, Kaci, Cardona, Asllani y Nahikari ya han tenido que pasar por la enfermería y llevan poco más de un mes de competición. Los cambios en el once son el día a día del equipo que echa de menos la potencia de Jakobson en ataque y no encuentra la contundecia defensiva del pasado curso a pesar de tener la misma defensa mejorada.
Atrás, Misa sigue siendo la portera titular y continúa dejando buenas paradas. A Ivana, Claudia y Peter se ha sumado una Rocío Gálvez que venía de firmar una gran temporada en el Levante. Y en los laterales se unió una de las grandes promesas del fútbol español, Lucía Rodríguez, y se sigue contando con Olga, Corredera y Kenti. Sin embargo el equipo ha encajado siete goles en tres partidos y teniendo lagunas importantes, sobre todo, cuando falta Kaci en la medular.
El centro del campo es, quizá, la línea más débil. Kaci, Teresa, Malena y Maite Oroz han estado lesionadas, así como Asllani, que se puede adaptar bien a la posición de interior o mediapunta. La francesa es la única pivote defensivo de un equipo que ha encontrado en Zornoza a su bastión en la medular. Es la única que está sana y que ha jugado todo. Pero tanto ante el Levante como contra el Atlético, el Madrid fue a la deriva por no mandar en el centro del campo. Maite Oroz acaba de salir de lesión y Teresa acaba de caer. Con sólo cinco efectivos para seis puestos se echa de menos algún otro refuerzo para esta posición que no llegó.
Sin gol
A pesar de la llegada de Esther y Nahikari, el Madrid sólo ha marcado un gol en los tres partidos que ha disputado. Está fallón arriba y ni Esther ni Nahikari se acercan a lo que se espera de ellas. Aún no se entienden ni entre ellas ni con sus compañeras. La única sorpresa positiva ha sido el rendimiento de Athenea del Castillo, la jugadora más desequilibrante y peligrosa del equipo blanco. Asllani, tras pasar el coronavirus, está fuera de forma y Marta Cardona, vital el pasado curso, se lesionó de rodilla. El Madrid tiene que aprender a sobrevivir sin ella, y aún no sabe como hacerlo. Moller no ha terminado de entrar en los planes, Lorena tiene minutos contados, Corredera u Olga han jugado de extremo sin éxito y se echa de menos el desequilibrio de Jakobsson.
David Aznar tiene mucho trabajo si quiere seguir al frente del equipo blanco. En ataque encajar todas las piezas para sacar el máximo rendimiento de sus jugadoras, en defensa volver a encontrar ese entendimiento entre sus jugadoras para recobrar la fortaleza atrás. Mucho trabajo y poco tiempo. Aznar vive al borde del descenso y la paciencia se va agotando con cada derrota...