Grupo II: La Federación impone una sanción ejemplar al Val do Ulla
Técnico, delegado y tres jugadoras suman más de 3 años de suspensión
El Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol respondió con contundencia a los lamentables incidentes ocurridos el pasado domingo en Vilagarcía. Los hechos sancionados durante el partido que disputaron el Atlético Arousana y el Val do Ulla, correspondiente a la última jornada del Grupo II de Primera Nacional y suspendido en el minuto 62, responden a las múltiples agresiones sufridas por el colegiado, Miguel Ángel Miñán Fernández. Tres años, tres meses y dos semanas de suspensión suman el entrenador-presidente del conjunto estradense, José Ramón Fachal Ferreira, el delegado-secretario del club, Juan José Rey Castelao, así como las jugadoras María Victoria Mosquera Enjamio, Lisset Joana Correa Correa y la capitana y mujer del técnico, Ana María Valladares Mato.
Los peor parados son, con diferencia, los dos directivos y miembros del Val do Ulla. Así, según el castigo impuesto ayer por el Comité de Competición, José Ramón Fachal deberá cumplir un año de castigo por agresión al árbitro y un mes más por insultarlo. A Juan José Rey Castelao, por su parte, le ha caído un año por agredir al colegiado.
Ana María Valladares Mato se quedará sin jugar seis meses por insultar y agredir a Miñán Fernández, y dos semanas más por menospreciarlo. Poco más que Lisset Joana Correa Correa, a la que le espera medio año de inhabilitación deportiva por agredir al árbitro gallego.
La portera María Victoria Mosquera Enjamio, Vicki , deberá cumplir una sanción de ocho encuentros, la menor de todas las acordadas por Competición. Cuatro por insultar al colegiado y otros tantos choques por amenazar su persona. En su caso, los hechos serían anteriores a las agresiones a Miñán Fernández, iniciadas a partir del minuto 62 del partido a raíz de la expulsión de Ana María Valladares. Según recoge el árbitro en el anexo al acta del encuentro, las amenazas de María Victoria Mosquera se corresponderían al momento de la expulsión de la guardameta, en el minuto 51.
El club podrá recurrir contra las sanciones ante el Comité de Apelación de la categoría de plata del fútbol femenino español.
El club recurrirá con un vídeo
El secretario del club, Juan José Rey, anunció ayer que el Val do Ulla buscará el amparo de esta institución ante sanciones que "en algunos casos me parecen exageradas". Pero sólo lo hará para "recurrir lo recurrible". Y es que Rey reconoce que "algunas de las cosas recogidas en el acta son correctas. Algunos hechos descritos acontecieron y otros no". Para conocer cuáles el Val do Ulla remite a una rueda de prensa que ofrecerá el martes o el miércoles de la próxima semana. En ella explicará su versión oficial, que basará en el vídeo grabado el domingo por un aficionado y retransmitido por una cadena de televisión estatal. Así, afirma Rey, "Se ve, por ejemplo, que yo no agredo al árbitro. Para nosotros es una suerte que tengamos una prueba como esta, y la vamos a usar".
Múltiples golpes e insultos quedaron reflejados en el acta del partido
El árbitro del encuentro hizo una exhaustiva descripción de los acontecimientos en el anexo del acta del partido. Comienza el anexo apuntando el desencadenante del triste espectáculo vivido el domingo. "En el minuto 62, cuando le muestro la cartulina roja a la jugadora Ana María Valladares, esta se dirige hacia mi corriendo con los brazos en alto" y amenazándole de muerte, "a la vez que con ambas manos trataba de golpearme, llegando a hacerlo en los brazos, ya que me protegía el rostro con ellos. Pero a pesar de ello, logró alcanzarme en varias ocasiones en la cara y la cabeza".
Casi sin tiempo de reaccionar a esta primera embestida, "cuando intentaba escaparme de esta jugadora", Miñán Fernández escribe que "llegó corriendo una persona del público, que se dirige hacia mi con el puño en alto, golpeándome la nariz y el rostro. Fruto de esos golpes caigo al suelo. En esta situación me sujeta por el cuello y la camiseta, manteniéndose encima de mi, de manera que no podía levantarme". La Policía Local le comunicaría posteriormente que dicho sujeto era el entrenador y presidente del Val do Ulla, José Ramón Fachal.
A esta seguiría un tercer ataque a la persona del colegiado, siempre según su versión en el anexo del acta, en el que participarían varias personas. Así, "al estar en el suelo sin poder levantarme, recibo varias patadas, una de ellas muy fuerte en la pierna izquierda. Posteriormente, tras consultar a mis asistentes, me comunican que era el delgado del club Val do Ulla, Juan José Rey". A ello se añade que "mientras me encontraba en el suelo, sigo recibiendo varios golpes en el pecho, cabeza, espalda y piernas, sin poder identificar a los agresores".
El quinto y definitivo acto de violencia llegaría al conseguir levantarse con la ayuda de sus asistentes y de los componentes del Atlético Arousana. "Cuando ya estaba de pie", Miguel Ángel Miñán dice que "recibo un fuerte golpe en la cabeza a mis espaldas, comunicándome mis asistentes que era de la jugadora del Val do Ulla Lisset Joana Correa" a la que también habría denunciado tras el partido junto a su entrenador y delegado de equipo. "Cuando yo me giro, observo a esta jugadora con el puño nuevamente en alto y con intención de querer volver a golpearme, sin llegar a conseguirlo".
La víctima de las agresiones comenta que alcanzó los vestuarios acompañado por el delegado de campo y el entrenador del Arousana, personándose después la Policía Local de Vilagarcía, de la que recibió toda la colaboración. Por todo lo anterior, "decido suspender el partido en el minuto 62".
En el anexo del acta, Miñán Fernández agrega que uno de sus asistentes le informó de que José Ramón Fachal se introdujo varias veces en la zona de los banquillos, que no podía ocupar por estar sancionado, y que en varias ocasiones insultó al árbitro durante el encuentro. Lo mismo que la portera estradense, María Victoria Mosquera tras ser expulsada en el minuto 51.