De residual a ‘‘boom’’

El balón o la pelota lo son, pero el fútbol no tiene género. El fútbol femenino comenzó a despuntar en Europa hacia 1920. A nivel estatal, prohibido en 1957, alcanzó su oficialidad en 1980. En Bizkaia, el monopolio se rompió dos años después. Hoy, 23 años después, está en auge. El efecto-tractor del Athletic femenino, con su irrupción hace tres temporadas, ha completado el despegue. El número de licencias actual es de 704 repartidas entre 33 clubes, el propio Athletic, dos de Primera Nacional -Barakaldo y el filial rojiblanco- y treinta en la Territorial, frente a los 21 de la temporada 2001-2002.

La historia del fútbol femenino en Bizkaia arrancó en 1982. La Federación Vizcaina organizó el primer Campeonato de Liga con sólo dos equipos, el Ollargan y el Txorierri Neskak, que se proclamó campeón. La otra fecha clave en esta evolución se produjo en la campaña 2002-2003 con la fusión entre el Athletic Club y el Leioa E.F.T. Las dos Superligas conquistadas por las rojiblancas han supuesto todo un espaldarazo al fútbol de mujeres, hasta el punto de que cada vez son más los clubes del Territorio Histórico que han añadido a su estructura un equipo femenino. Otros ya se han planteado su constitución a partir de la próxima temporada. No es más que el reflejo de la explosión que ha tenido lugar en los dos últimos años, con al aparición de diez nuevos clubes, lo que se ha traducido en la composición de la Liga Territorial en dos grupos de 15 equipos cada uno.

La Federación Vizcaina ha movido ficha para consolidar este fenómeno. La respuesta ha sido el estudio para la creación de un grupo de Segunda Regional con catorce equipos para la temporada 2006-2007. «Es una forma de nivelar los equipos y de hacer más competitiva la Liga porque ahora se dan bastantes goleadas», según adelanta Izaskun Gaztelu quien, junto a la también ex rojiblanca Julene Guarrotxena, se han incorporado a la Junta Directiva que preside Iñaki Gómez Mardones.

Gaztelu reconoce que la creación del Athletic ha influido sobremanera en la base. «En los últimos tres años, se han formado muchos equipos en edad escolar. Es importante porque cuanto antes comiencen mayor será luego su formación, pero también lo es que tengan ilusión y no lo dejen. Algunos tienen problemas de campos y vestuarios, y está todo muy comprimido».

Son síntomas que avalan el crecimiento del fútbol femenino. Como el hecho de que, por primera vez, la convocatoria del curso técnico deportivo del fútbol nivel 1 correspondiente a esta temporada ha contado entre sus cursillistas con dos mujeres que aspiran a ser entrenadoras en el futuro.

Las opiniones

Ana María Astobieta, primera vizcaina internacional:

«Socialmente, se ha avanzado. Ver jugar a una mujer ahora no causa tanta sensación como antes. Sin embargo, hay muchos equipos que las pasan canutas. Faltan infraestructuras y más ayudas federativas en la creación de una base sólida para que no sea sólo una burbuja».

Manuel de Nicolás, seleccionador vizcaino:

«Antes, los padres no dejaban jugar al fútbol a sus hijas y ahora, les animan para comprobar si pueden llegar a jugar en el Athletic. El fútbol femenino es más lento que el masculino, pero la técnica es depurada. Hasta hace poco se iba a ver chicas y ahora a ver un espectáculo».

Iñigo Juaristi, entrenador del Athletic:

«Cuando entrenaba al Bizkerre, pensaba que hacía falta un referente. La creación del Athletic femenino ha sido fundamental para que el fútbol femenino acabe de explotar. Se han roto tabúes y barreras en la educación familiar. Estamos por el buen camino para crecer mucho más».