El ojeador: Klara Bühl
Con solo 18 años ya ha disputado un Mundial absoluto y la friolera de 66 partidos en Bundesliga
- Nombre: Klara Bühl
- País: Alemania (9 Partidos con la selección)
- Fecha de Nacimiento: 7 de Diciembre de 2000 (18 Años)
- Posición: Extremo/Delantera/Lateral
- Club: SC Freiburg (Alemania)
Parece mentira que sólo tenga 18 años cuando llevamos tanto tiempo viéndola jugar. Al fin y al cabo estamos hablando de una jugadora que ya ha disputado un Mundial absoluto y la friolera de 66 partidos en Bundesliga. Pero es que la joven del Friburgo es de esas futbolistas que va alguna generación por delante del resto.
El aficionado español tiene que conocerla desde hace tiempo ya que nos hemos enfrentado a ella en numerosas ocasiones en categorías inferiores. Formó parte de aquella Alemania que nos ganó el Campeonato de Europa Sub-17 en 2016 siendo ella una de las jugadoras clave del conjunto germano pese a ser a la vez la más joven del grupo con apenas 15 años, y también tuvo un papel bastante destacado un año después en el continental Sub-19, con 16 años, que encumbró a Patri Guijarro. Pero si bien se le veía un potencial más que interesante, creo que no terminaba de convencernos. Quizás porque su potencia y fuerza necesitaban el control y la calma que da el paso del tiempo, y/o puede que porque simplemente no fuera su momento de explotar. En el Mundial Sub-20 que se disputó en Francia hace un verano pasó sin pena ni gloria. Pero todo ha cambiado en 2019. La mayoría de edad le ha sentado a las mil maravillas.
El año empezó con su convocatoria y debut con la selección absoluta de la mano de Martina Voss-Tecklenburg. Fue una de sus apuestas personales, y pese a su juventud, se la llevó al Mundial donde tuvo una actuación fantástica en los minutos que disputó. Qué daño nos hizo en esa segunda mitad en el Alemania - España (1-0) que se disputó en Valenciennes. Si llega a meter en esa jugada individual, donde fue capaz de marcharse con un movimiento sutil con su pierna derecha para acabar rematando con la izquierda ante una central del nivel de Irene Paredes, hubiera entrado en el torneo por la puerta grande. Nos costó mucho pararla y nos creó peligro cada vez que le llegaba un balón. Aunque lo que más me llamó la atención de esa actuación es la excelente forma que tuvo de interpretar lo que le pedía la seleccionadora y lo que necesitaba su equipo en un contexto tan complejo como fue aquel partido jugado al más alto nivel. Unas prestaciones muy lejanas a aquella joven que un año atrás en el Sub-20 nos volvió a dejar la sensación de que estaba muy "verde". Y es que también ha demostrado su madurez siendo ahora mismo la jugadora "franquicia" de un Friburgo totalmente distinto al de otras campañas. A su edad le ha tocado ser la líder de un equipo muy competitivo y ha tomado las riendas del actual subcampeón de la DFB-Pokal. En este mes de Octubre ha explotado con la selección con dos buenos partidos ante Ucrania y Grecia en los que anotó 4 goles, y se ha salido con el equipo de la Selva Negra con el que ha metido en todos los encuentros. El diamante en bruto empieza a pulirse.
CÓMO JUEGA
Como pasa con muchas jugadoras alemanas jóvenes que tienen mucha potencia y fuerza, no se sabe muy bien hasta que no pasan los años qué posición es la mejor para ellas. Siempre la hemos visto de atacante tirada a una banda o incluso de referencia en algunas ocasiones. Yo creo que por sus características físicas su mejor posición es en banda izquierda pudiendo tirar la diagonal o incluso como una especie de segunda punta llegadora, aunque también rinde bien como lateral, posición en la que ha jugado en varias ocasiones. Una atacante ideal para un fútbol directo y que aprovecha a las maravillas el juego en transición y los partidos abiertos. Muy peligrosa si te encara y la defensora no tiene ayudas, y fantástica llegando desde segunda línea en conducción para acometer un disparo o rematar acompañando la jugada.
Las dos grandes diferencias que le encuentro a su juego y que explican su mejora exponencial en este 2019 son el control de esa exuberancia física además de escoger mejor qué tipo acción necesita o se adecua mejor al momento del partido, y una grata progresión en su capacidad técnica. Digamos que se está afinando. El físico siempre lo ha tenido. Era una jugadora fuerte, con mucha potencia descontrolada, gran zancada; pero no levantaba la cabeza e iba arrollando todo lo que se encontraba por el camino. Ahora es diferente, escoge cuando cambiar el ritmo, puede cambiar de direcciones gracias a que maneja de forma notable las dos piernas y como hemos dicho, ha aprendido a leer lo que el partido necesita y utilizar esa ventaja atlética que tiene en su favor. Sumar y no restar. En el apartado técnico ha mejorado y está marcando diferencias con otras atacantes (véase Pauline Bremer o Turid Knaak) con las que comparte selección. Como he dicho antes maneja bien las dos piernas, lo que le permite ya no sólo poder salir por ambos perfiles después del regate sino que ser un peligro a la hora de probar suerte con el disparo, ha mejorado su capacidad para combinar a asociarse, etc.
Dicen que la potencia sin control no sirve de nada. Klara Bühl no sólo está aprendiendo a controlar ese aspecto de su juego, sino que está añadiendo complementos y elevando así su potencial a niveles que la deben llevar a ser una jugadora top a no mucho tardar.