España pagó sus errores
Alemana volvió a pasar por encima. Voss-Tecklenburg tenía un plan y lo llevó a cabo a la perfección. No quería el balón, y de hecho España tuvo el 70 por ciento de la posesión, pero sabía que defendiendo juntas a La Roja le cuesta mucho marcar y tendrían sus ocasiones. Y las tuvieron y las aprovecharon. España se va con la cabeza baja. Pero la lección aprendida: hay que ser contundente en ambas áreas si quieres ganar a una de las grandes de Europa.
Alemania salió con un plan. Lo qu eno sabían es que se le iba a poner todo tan de cara tan pronto. Porque, a los tres minutos, una buena presión germana provocó que Paños regalase el balón a Bühl dentro del área que recortó a su marcador y no perdonó. Otra vez, como contra Finlandia, tocaba remar contracorriente a las primera de cambio pero, esta vez, no era Finlandia el rival, sino la todopoderosa Alemania. Las de Vos-Tecklenburg tenían un plan que se pudo romper en el minuto nueve cuando Patri vio un pase imposible y Lucía se quedó delante de Frohms, regateó y , casi sin ángulo, tiró el balón al lateral de la red. Fue el único error de la zaga que, desde entonces, vivió bastante tranquila. Alemania le daba el balón a España, con las líneas juntas, ordenadas y estructuradas ante la estéril posesión de España que tocaba y tocaba con una activa Leila, Mariona ofreciendo y Patri orquestando. Pero todo era muy plano. Faltaba un destello, algo diferente. Al cuarto de hora fue Patri quien probó por primera vez a Frohms con un tiro desde la frontal, fácil para la meta, en el 18' lo intentó Mariona con otro tiro algo lejano que se fue por muy poco. España rondaba, pero la falta de puntería parece un mal endémico de esta selección. Paños seguía nerviosa después de su error y Laia era la que salvaba un remate claro. El plan teutón funcionaba a la perfección: tapadas, ordenadas y con espacios para matar. Y mató. A balón parado. Rauch sacó el córner y Popp se escapó de la marca de Patri, que estaba siendo la mejor del encuentro, para hacer el segundo. Sin nada más destacable se llegó al descanso con el 68 por ciento de la posesión para España y el cien por cien de efectividad para Alemania: dos tiros a puerta, dos goles.
Voss-Tecklenburg sacó a Lattwein por la tocada Magull. Cambio lógico para no forzar a una de sus mejores jugadoras. Y el partido se abrió un poco. Alemania tuvo alguna llegada, también España que a veces da la sensación que quiere entrar con el balón dentro de la portería. Frohms seguía inédita, pero los 'uis' se cantaban en la grada. Un buen centro de Sheila, una llegada de Aitana, un no remate de Lucía dentro del área... y, a la contra, Alemania quería demostrar su hegemonía. Popp cayó cuando se plantaba delante de Paños, pero la colegiada no consideró que fuera falta de Irene Paredes, que le hubiera costado la roja. Vilda movió el banquillo con la entrada de Pina, Athenea y Cardona. Pero no había forma de meter mano a las alemanas. Era un quiero y no puedo. Impotencia, desesperación. No sólo de las jugadoras, de todos. Otra vez, Alemania volvía a ganar y ni siquiera había emoción por el empate. Estaba muy lejos, a un abismo. Se escapan los tres puntos y la ocasión de demostrar que esta España puede soñar con reinar en Europa. Otra lección de que en este tipo de torneos los errores se pagan. Los errores en las dos áreas. Se falló en el 1-0 y se erró en un mano a mano que podía suponer el 1-1. No ser contundente en las áreas son esos famosos detalles de los que tanto hablan los entrenadores. Toca ganar a Dinamarca para pasar a cuartos y soñar que a un partido todo es posible.