Frohms toma el testigo de Schult

La portería es una posición especial, diferente al resto, donde un error se paga muy caro. Para ser guardameta es importante ser frío de mente y tener la capacidad de mantener la concentración. Es un lugar solitario y a pesar de haber solo tres en un equipo -habitualmente- ganarse un puesto se convierte en una tarea complicada por la competencia existente. Por ello, es importante dar la talla cuando se presente la oportunidad y esta situación es la que ha vivido recientemente Merle Frohms.

A sus 27 años le está tocando asumir la responsabilidad de defender la portería de uno de los combinados más competitivos e importantes del panorama fútbol, Alemania. En los últimos años, la meta titular era Almuth Schult y su baja por maternidad le abrió las puertas del once y no desentonó, hasta el punto de ganarse la confianza de Martina Voss-Tecklenburg.

Sin embargo, el estar a la sombra de Schult no ha sido una situación nueva para la ex portera del Eintracht de Frankfurt. Antes de llegar al club donde ha jugado en los dos últimos cursos, compartió portería con Schult en el Wolfsburgo donde no logró obtener la regularidad deseada. Ello desembocó en su salida de las lobas rumbo al Friburgo en la 2018/19 y posteriormente recalando en el Eintracht en la 2020/21. En ambas escuadras ha sido capaz de sumar minutos, confianza y asentarse en la titularidad. Esto le ha permitido que tras la salida de Schult al Angel City, el Wolfsburgo haya vuelto en confiar en ella para incorporarla a la portería e iniciar así su segunda etapa en el conjunto del norte de Alemania.

Ahora las tornas han cambiado y es Frohms quien toma la delantera para ocupar la meta germana. Con mucha seguridad sea la elegida para jugar ante España, como ya lo hizo ante Dinamarca y como lo viene haciendo desde que finalizó el último Mundial. A su lado, desde otra posición, volverá a estar Schult de la que podrá seguir aprendiendo desde otra posición.