España da motivos para creer
Dos victorias y una derrota
La selección española femenina ha completado su participación en la She Believes Cup con un balance de dos victorias y una derrota. Más allá de los resultados, la sensación que arroja el cuadro de Jorge Vilda es que, por fin, están preparadas para competir ante las mejores.
No se han cumplido ni 5 años desde la disputa del Mundial de Canadá, en el que España quedó apeada en la primera fase, pero muchas cosas han cambiado desde entonces. En aquel 2015, el combinado nacional entrenado por el controvertido Ignacio Quereda solo podía soñar con convertirse en lo que es a día de hoy: una selección importante en el panorama internacional.
A pesar del carácter amistoso de la competición, el nivel de los países que compiten por el trofeo dota de un status elevado al torneo. La vigente campeona del mundo y anfitriona, Estados Unidos, la selección que terminó 4ª en el pasado Mundial, y una siempre bien trabajada Japón. Además de España, que demostró no tener que envidiar al resto.
Lo hizo desde el primer día, con una victoria convincente ante las niponas, en la que destacó el nombre de Lucía García. La futbolista asturiana es una de las referentes de la nueva generación, un grupo de futbolistas formadas en un ambiente profesional -o muy cercano a ello-, que han pasado por las categorías inferiores de la selección, con gran talento en el aspecto técnico pero también un hambre y una capacidad física que les permite luchar de tú a tú con los oponentes más duros. Y que se han ganado el puesto.
Más de la mitad de los nombres de aquel 2015 ha desaparecido de las convocatorias. Algunas por petición propia, como Marta Torrejón, otras por circunstancias menos claras, como Vero Boquete, pero referentes históricos del fútbol femenino español como Sonia Bermúdez, Ainhoa Tirapu o Vicky Losada han ido quedándose sin sitio. Incluso algunas futbolistas que todavía no llegan a la treintena, como Marta Corredera o la capitana Amanda Sampedro, ven discutido su puesto en favor de jóvenes prometedoras.
Ante Estados Unidos, España presentó un equipo joven, liderado por dos referentes mundiales como Irene Paredes y Jenni Hermoso, escoltadas por dos futbolistas que han dado un paso al frente durante las últimas temporadas como Mapi León y Alexia Putellas. Estas jugadoras unidas a la «nueva generación», con la mencionada Lucía García, pero también Marta Cardona, Ona Batlle o Patri Guijarro, plantaron cara y se quedaron cerca de vencer a la selección número 1 del mundo.
Jorge Vilda apostó por fin por conceder protagonismo a jugadoras de banda, y la selección combinó con fluidez y generó ocasiones de peligro. Así como en pasados enfrentamientos contra potencias mundiales como Alemania o el propio combinado norteamericano, España tuvo tramos de dominio que no llegó a concretarse en oportunidades claras, el encuentro de la She Believes Cup mostró un equipo incisivo y con chances reales de conseguir gol, como en un remate al poste de Jenni.
Teniendo siempre en mente que las jugadoras del USWNT están de pretemporada, hay que resaltar que las futbolistas nacionales no fueron inferiores en ningún aspecto excepto en el juego aéreo, forma en la que las americanas anotaron el gol del triunfo a pocos minutos del final del partido.
En el encuentro final ante Inglaterra, la selección española, con bastantes rotaciones, no tuvo tanta brillantez y realizó una primera parte discreta, con poca profundidad y concediendo demasiado espacio a las atacantes rivales. El panorama mejoró en la segunda mitad, en la que ingresaron, entre otras, Virginia Torrecilla, Jenni Hermoso o Alexia Putellas. Esta última fue la autora del gol del triunfo que pone fin a una larga racha sin ganar a una selección top 4 en el ranking FIFA.